Esta asociación pertenece a la Universidad Politécnica de Madrid y surgió en el año 2015 con el objetivo de acercar el buceo a la universidad. Los promotores de la idea fueron dos universitarios de la Escuela de Ingenieros Navales, Nacho Parras, de 25 años; y David López, de 21. “Al llegar a la escuela Nacho me comentó la idea de fundar un club de buceo ya que el que había anteriormente se canceló. Me gustó la idea y fuimos a por ella”, explica David López.
A pesar de llevar tan solo un año en activo, el club ya está constituido por 49 personas y espera hacerse mucho más grande. José Luis es Instructor Trainer Evaluator de ACUC y es uno de los monitores del club encargado de formar a los buceadores desde el nivel más básico, hasta estar preparados para alcanzar el nivel de Instructor, ya que él posee la máxima titulación en esta organización internacional.
Ganas e ilusión
No hay ningún tipo de requisito para formar parte de esta asociación acuática. Como apunta David López, “lo que hay que tener son ganas, tanto de conocer algo nuevo como de conocer a gente nueva”. La única condición que tienen los buzos que quieran apuntarse al club es abonar una cuota de 10 euros al año, los cuales van destinados a la compra de materiales y a la publicidad. “Nosotros no sacamos ningún tipo de beneficio, simplemente ese dinero sirve para mantener el club”, afirma Nacho Parras. Asimismo, para realizar el curso se exige hacerse un reconocimiento médico específico de buceo.
En Buceo UPM se ofrecen todo tipo de servicios relacionados con este deporte, desde bautismos, cursos, salidas al mar, seguros, etc. Además, se imparten seminarios donde dan charlas formativas sobre temas que puedan interesar a los buzos, como material o seguridad en el buceo, y ponen a disposición de todos los interesados cursos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Las clases teóricas suelen impartirse en la escuela de Navales y las prácticas se realizan en una piscina de Getafe de 3 m de profundidad.
Una de las ventajas que ofrece el club a todos sus miembros es poder acceder a los materiales sin necesidad de que estos tengan que gastar dinero en ello. “Tanto en las salidas al mar, como en los cursos, les dejamos todo el material necesario a aquellos que no tienen, sin suponer un incremento de precio”, señala David López.
Salidas al mar
Buceo UPM cuenta con distintos niveles de enseñanza para preparar a los buzos antes de una salida al mar. Para el Open Water Diver, lo que se traduce en “buceador de mar abierto”, que es el nivel más básico, se enseña a los alumnos a montar el equipo, a equiparse correctamente, las entradas al agua, señales básicas, vaciar la máscara, compartir un regulador, controlar la flotabilidad, entre otras.
También ofrecen actividades más avanzadas para todo aquel que quiera preparase para ser instructor. No exigen ningún tipo de nivel físico, solamente para salir a mar es preciso asistir a 12 horas de teoría y a 6 horas de práctica en piscina. A pesar de esto, si alguien tiene algún tipo de problema y necesita dedicarle más horas, puede acudir a la piscina (que se encuentra en Getafe) todas las veces que quiera.
La costa mediterránea es el sitio al que suelen viajar cuando los alumnos están preparados para adentrarse en las profundidades del mar, por su cercanía y por las condiciones que se dan en ella. La Azohía, Calabardina, San Juan de los Terreros, Carboneras o Calahonda son algunos de los lugares preferidos. La última salida que organizaron fue al acuario de Zaragoza donde bucearon con las arapaimas y los pacus.
Como futuras salidas tienen planeado acudir a Canarias en las vacaciones de Semana Santa y para el puente de mayo a Columbretes (Reserva natural). Todos los viajes que han realizado hasta ahora han sido dentro de España ya que, según Nacho Parras, “las salidas fuera son bastante caras y difíciles de organizar”.
Los propios buceadores deben financiarse el viaje. No obstante, el club consigue unos precios muy económicos, beneficiándose de sus contactos y los descuentos de grupo.
Precaución bajo el agua
Tanto para los buceadores titulados como a los que no han buceado nunca, los instructores resaltan la importancia de bucear con un compañero. Además, también les aconsejan disfrutar al máximo y sobre todo que arriesguen lo mínimo. “En el mar pueden suceder distintas situaciones en las que influyen muchas variables. Nosotros preparamos a los buceadores para que sean capaces de resolver cualquier problema que se les pueda plantear debajo del agua. En el curso se simulan muchas de estas situaciones para que, en caso de que sucedan, sepan cómo actuar”, afirma David López.
Tanto López como Parras consideran que el buceo no es una práctica infravalorada, sino más bien la definen como algo desconocido. “Es más asequible de lo que parece y muchos de los que lo prueban acaban repitiendo”, comenta Nacho Parras.
Para aquellos indecisos que no se atreven a bucear, los dos amigos y fundadores del club les animan a que prueben la sensación de respirar debajo del agua y la de la ingravidez. Iniciándose en el mundo del buceo tendrán la oportunidad de comprobar que existen otros mundos en las profundidades del mar.