El fin de semana de las estrellas de 2016 será uno de los más recordados por los aficionados a la NBA. Los mejores jugadores del planeta se reúnen durante tres días en una misma ciudad plagada de periodistas y forofos que acuden en masa a las luces de un pabellón de casi veinte mil personas.

Rookies vs Sophomores

La cita comenzó en la madrugada del viernes al sábado con el histórico partido entre rookies. El formato instaurado el año pasado, enfrenta a jugadores estadounidenses contra baloncestistas del resto del mundo, con el fin de dotar de mayor atractivo a esta cita caracterizada por los espectaculares mates de los jóvenes jugadores y las flojas defensas que permiten el espectáculo.

Destacaron sobre los demás jugadores: Mudiay (Denver Nuggets) y Porzingis (New York Knicks). El jugador letón de los Knicks se ha convertido en uno de los favoritos de la afición NBA por su buen rendimiento, lo que le ha valido para pasar de ser abucheado en la noche en que fue elegido número cuatro del draft, a colocarse en la cuarta posición en venta de camisetas, superando a estrellas como su compañero Carmelo Anthony o Kevin Durant. El partido se decidió a falta de pocos segundos para el final, dejando un tanteador de 157-154 para el equipo USA frente al combinado de extranjeros. Los 30 puntos de Zach LaVine (Minnesota Timberwolves) le valieron para ser elegido MVP del evento.

La noche de los concursos

El jugador de Wolves, no quería dejar el papel principal y protagonizó junto a Aaron Gordon uno de los mejores concursos de mates de la historia, haciendo recordar la edición de 1988, en la que Michael Jordan y Dominique Wilkins se enfrentaron por el orgullo de vencer al rival. Aquella noche, el ‘23’ de los Bulls hizo enloquecer a todo el pabellón con su salto desde la línea de tiro libre, lo que le valió para ser proclamado  ganador.

El compañero de Ricky Rubio, se alzó por segundo año consecutivo con el trofeo al mejor “matador” tras llegar a un inusual desempate, motivado por cuatro movimientos nunca antes vistos que desataron las ovaciones entre los jueces, los  jugadores y los seguidores allí presentes. Al final, el cansancio y la falta de ideas provocaron que el nivel bajase a un límite difícil de alcanzar por los demás atletas de la liga. Vince Carter, ganador en el año 2000 y considerado uno de los mejores jugadores de la historia en este aspecto, declaró a la CBS Sports que el concurso de este año había sido genial y muy entretenido de ver. "No tengo ni idea de si hubiera podido hacer los mates. Yo no pensaba en ese tipo de cosas. Quiero decir, yo no pensaba en saltar sobre una persona”, admitió Carter.

La noche se abrió con un renovado desafío de habilidades, en el que la mitad de los participantes eran interiores que superan los dos metros de altura. Así, el jugador de menor estatura de la liga, Isaiah Thomas, mide 1,75 metros, y logró clasificarse para una final que perdió contra todo pronóstico con el número 1 del pasado draft, el pivot, Karl-Anthony Towns, que se mostró muy motivado.

Uno de los momentos más esperados de la noche de los concursos era ver el enfrentamiento entre los ‘SplashBrothers’ por el premio al mejor triplista. El jugador más valioso de la temporada pasada, Curry, sufrió más de lo previsto para llegar a una final en la que le esperaban su compañero de equipo Klay Thompson y el rookie, Devin Booker. Ni las ganas del recién llegado a la NBA, ni los 22 puntos de “Steph” fueron suficientes para vencer a un inspirado Thompson que logró alzarse como campeón con 27 tantos.

All-Star Game

La ciudad canadiense de Toronto acogía por primera vez el partido de las estrellas, y qué mejor que hacerlo en un año que pasará a la historia del baloncesto. ‘The Black Mamba’ el único jugador que ha defendido durante 20 años la camiseta de la misma franquicia, se retira al final de temporada y este evento servía para despedirle como se merece. Videos cargados de grandes elogios, con algunas de sus mejores acciones y las palabras de otra estrella de la NBA, Magic Johnson: "Kobe nos ha bendecido con 20 años increíbles y se va como máximo anotador del All-StarGame. Nunca habrá otro Kobe Bryant", precedieron un partido marcado por el record de puntos, que comenzó con una imagen del salto entre dos jugadores únicos que pertenecen a generaciones distintas: LeBron James y Kobe Bryant.

Casi 400 tantos en 48 minutos de juego, aproximadamente ocho por minuto, conformaron un espectáculo que coronó a Russel Westbrook como MVP por segundo año consecutivo. Asimismo, dejó algunas acciones para el recuerdo como la rivalidad entre dos amigos, Kobe y Pau Gasol, los mates de LeBron o un triple desde el centro del campo de  Stephen Curry. Un final con una tónica descafeinada debido a la diferencia de puntos en el marcador, 196-173 favorable a la Conferencia Oeste, no impidió ver la última sonrisa de la leyenda de los Lakers con la camiseta del “West”, en la cancha del equipo al que anotó 81 puntos el 22 de enero de 2006.