El debate sobre la situación de los refugiados está muy presente entre la sociedad holandesa tras la crisis del verano pasado. De un lado, quienes se implican en ayudar a los recién llegados; y, del otro, aquellos que desean que regresen a su país de origen.

Los líderes de los 28 escenificaron este domingo en Bruselas un acto en el que se proponía la entrega a Ankara de 3.000 millones de euros a cambio de que frene el flujo de asilados. A cambio, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan se compromete a cuidar mejor a los más de dos millones de refugiados que tiene en su país, y proporcionar mejores servicios.

La Unidad de Apoyo a la Diversidad e Inclusión, UCMd+I, ha organizado en la mañana del pasado jueves una mesa redonda informativa y sensibilizadora, para iniciar las actividades que la Complutense llevará a cabo con el objetivo de colaborar con los refugiados que llegan a España. El acto iba destinado a la comunidad universitaria y, especialmente, a los 715 voluntarios que, por el momento, han ofrecido su ayuda.

La comunidad universitaria española, a través de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), se ha sumado a las iniciativas puestas en marcha por ayuntamientos y otras asociaciones e instituciones que pretenden colaborar en la atención a los refugiados que acoja España. En el caso de la UCM, la mayor universidad madrileña está tomando medidas que trascienden el ámbito educativo y prestan atención no solamente a los jóvenes estudiantes sino también a sus familias. 

Los refugiados que llegan al viejo continente dejan sus familias, sus trabajos y a sus amigos para embarcarse en un viaje cuya meta se convierte, de nuevo, en el pistoletazo de salida. El intento de empezar una nueva vida en los países europeos de acogida representa todo un reto para estos luchadores natos.