En Bulgaria son muchos los niños que crecen sin padres. Ya sea porque no los tienen o porque éstos son incapaces de hacerse cargo de ellos, son docenas los que acaban en orfanatos, como el ubicado en la pequeña localidad de Blagoevgrad, donde cuarenta y tres niños aguardan impacientes una oportunidad mientras pasan los años olvidados por todos.