Francia continúa en estado de shock con el lema “Je suis Charlie” aún muy presente un mes después de los atentados terroristas contra la sede de la revista Charlie Hebdo. Pancartas en las ventanas y pintadas en las fachadas conviven con teorías especulativas en un entorno electoral. Cualquier lugar es bueno para condenar el terrorismo y no permitir que las víctimas caigan en el olvido.
Tras el reciente atentado contra la revista francesa Charlie Hebdo, en París, se ha reabierto el debate sobre la religión musulmana, siempre latente, pero ahora más intensificado. Mientras unos apuestan por un mayor control de los creyentes del Islam y se muestran más desconfiados que nunca, otros reafirman que es la religión de la paz y que se trata de una necesidad de distinguir entre el musulmán y el terrorista.
Las repercusiones del atentado islamista contra la revista Charlie Hebdo han traspasado las fronteras francesas. En Alemania, el Gobierno ha adoptado una postura de condena del terrorismo desde la tolerancia a la comunidad musulmana del país. Sin embargo, algunos movimientos antisemitas de creciente importancia en la sociedad germana han salido también a la calle con un mensaje basado en la generalización.
Tan solo dos días después del atentado contra la sede de la revista satírica francesa, Charlie Hebdo, se confirmaba el estreno en nuestro país del largometraje ‘The Interview’, dirigida por Seth Rogen y Evan Goldberg, que ha experimentado cómo en estos últimos meses se multiplicaban sus complicaciones para proyectarse en las salas de cine, debido a la enorme polémica que ha suscitado.
La revista satírica francesa Charlie Hebdo ha decidido otorgarle el protagonismo de su próxima portada a Mahoma sosteniendo un cartel con el mensaje “Je suis Charlie”, que tanta repercusión ha tenido tras los ataques terroristas de la semana pasada en la redacción del semanario. El titular “Tout est pardonné” aboga por el perdón de los hechos.