Lo primero que llama la atención al entrar a la cafetería no es el aroma a café. Tampoco llama la atención el bullicio propio de una ciudad universitaria como Brighton ni el ir y venir precipitado de personas llevando el característico vaso de cartón azul del Café Nero. Todo eso es natural en Inglaterra, un país donde el comedor es la calle y todo el mundo parece estar de paso hacia no se sabe dónde. Lo que llama la atención al cruzar la puerta del Café Nero de Churchill Square es el acento español de los camareros.
La Universidad de Sussex, una de las mejor posicionadas en estudios globales en Reino Unido, realizó la semana pasada las jornadas ‘After Paris’, un foro de tres días dedicados a la reflexión crítica en trono a los atentados en Francia, donde académicos y distintos grupos juveniles feministas, marxistas y pacifistas se sentaron a la mesa a reflexionar una pregunta: tras París, ¿qué sigue?
El periódico universitario The Badger planteará por primera vez en su historia su posible independencia del Sindicato de Estudiantes a raíz de unas supuestas limitaciones a la libertad de prensa. Paul Millar, último editor jefe de la publicación, fue despedido recientemente por publicar información que no había sido revisada por el Sindicato.
La población británica se ha volcado de lleno en el recuerdo a los caídos durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Londres, la capital del país, ha sido la sede de múltiples actos de conmemoración y desfiles militares.
La carrera más colorida del planeta celebra su cuarta edición en Brighton con récord de asistencia y sin incidentes. Los jóvenes siguen siendo los que más participan, aunque la pluralidad de este evento admite a todas las edades y culturas de la actual sociedad inglesa, atraídos por un recorrido con carácter solidario.