Cambridge es una de las ciudades con más encanto de Reino Unido y, pese a su eterna rivalidad, se parece mucho más a Oxford de lo que está dispuesta a admitir. Al igual que en esta última, el punting tiene una larga tradición en Cambridge como pasatiempo y atracción turística.
El punting fue introducido en el año 1903 en Cambridge por Maurice "Jack" Scudamore, constructor artesanal de barcos, quien fundó la primera empresa de la ciudad dedicada a organizar recorridos por el río Cam inspirado por los que ya entonces se realizaban en el río Támesis de Londres.
Una actividad turística en alza
En la actualidad, el punting es uno de los mayores reclamos turísticos de Cambridge. Según Zach McCharg, conductor profesional de punts (nombre que reciben estas embarcaciones), cada año hay más gente que se apunta a los recorridos turísticos de punting por el río Cam ya que ofrecen, según él: “Una nueva perspectiva sobre la ciudad y sus edificios más emblemáticos”.
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Punts navegando cerca de las dependencias del St. John's College / Foto: Pablo Lasaga Mota |
La mayoría de los colleges más importantes se encuentran situados a orillas de este río y son divisables desde las barcas. Además, los conductores ofrecen una introducción histórica a cada uno de los edificios a la vez que ilustran a los visitantes con pintorescas anécdotas sobre las diversas personalidades que han estudiado entre sus muros. Entre estos eminentes estudiantes se cuentan nombres tan diversos como Stephen Hawking, Sacha Baron Cohen, el príncipe Carlos o Isaac Newton.
McChag considera que “el punting ofrece una oportunidad única a los visitantes de conocer otros aspectos de los colleges que suelen pasar desapercibidos. Los edificios siempre están allí y hay detalles que pueden escapar a nuestra atención”.
Pero no son únicamente los turistas los que aprecian esta actividad. Cualquier persona puede alquilar su propio material y lanzarse a la aventura de explorar los canales y puentes del río Cam.”Con el buen tiempo el río se llena y cuando los estudiantes acaban los exámenes esto se convierte en un auténtica locura”, añade Zach.
Ada Mae Jiménez Jardier, residente en Cambridge de origen filipino, siente que el punting forma parte de la esencia de la localidad pese a haberlo probado sólo una vez. “Es parte del alma de este lugar. Cada ciudad tiene una cierta huella y el punting forma parte de la huella de Cambridge”. Ada llega incluso a afirmar que “Cambridge sin punting es algo impensable. Es como quitarle a París la Torre Eiffel”.
Sin duda, estos paseos parecen formar parte inalienable de la esencia de Cambridge, lo cual queda patente en el cariño que profesan tanto turistas como vecinos por esta centenaria actividad cuyo atractivo va creciendo año tras año lo que hace que cada vez más gente decida introducirse a esta tradición típicamente inglesa.