Para cualquier recién llegado, la variedad puede resultar abrumadora. “Me gusta ir probando. Ahora mismo mi preferida es la Tripel Karmeliet, que es una cerveza de graduación alta pero no es fuerte al gusto”, comenta Matteo Marra, un estudiante de origen italiano residente en Bruselas. Son muchos los tipos de cerveza que se pueden degustar en tierras belgas. Blancas, tostadas, negras, afrutadas, de cebada, lúpulo, trigo… En total son más de 600 los tipos de cerveza que se producen aquí en Bélgica y la mayoría de la producción se destina a la exportación.
La cerveza estilo lambic es autóctona de Bruselas y se fabrica con trigo no malteado y cebada fermentados con levaduras silvestres espontáneas. El proceso de fabricación de este tipo de cerveza tan peculiar tiene una duración aproximada de tres años y se podría decir que no existen dos iguales, debido a la naturalidad arbitraria de la fermentación.
La oferta de locales
Bruselas se caracteriza por el gran número de bares y clubs distribuidos por toda la ciudad. En el centro se encuentra la mayor densidad de este tipo de locales. Muchos tienen una apariencia antigua y poco pulida, es parte de su encanto. Estos locales atraen a un elevado número de turistas, muchos de los cuales se concentran en uno de los bares más famosos de todo Bruselas: Delirium Café. Ese establecimiento entró en el libro Guinness de los Récords en el año 2004 por ser el local con mayor variedad de marcas de cerveza de todo el mundo (más de 2.000 de hasta 60 nacionalidades distintas). La atmósfera del Delirium es un tanto cargada, espesa y muy internacional. Adalberto Alfonso Roa, por ejemplo, viene de Venezuela y trabaja como camarero a un ritmo frenético, haciendo malabares entre los 29 grifos de cerveza que hay en la barra.
Saliendo un poco del circuito turístico, los barrios de St.Gilles e Ixelles también ofrecen un enorme abanico de posibilidades para todo amante de la cerveza, así como para los que no lo son tanto. Aquí se alternan bares con un gusto más moderno y otros que se mantienen fieles a la tradición. La plaza de Flagey (Ixelles), convertida en un gran punto de encuentro para artistas y jóvenes, tiene como epicentro el Café Belga. Curiosamente este local es uno de los favoritos de la abundante comunidad francesa en Bruselas. Judith Polle, originaria de Lille, es una cliente asidua de Café Belga:“Para mí es un sitio genial para quedar con mis amigos, tengo muy buenos recuerdos de mis momentos allí”, afirma la francesa. Este acogedor y amplio local es capaz de satisfacer a todos los públicos y se distingue por su gran versatilidad, ya que pasa de ser una tranquila cafetería a una discoteca o sala de conciertos en la noche del fin de semana.
Podría pensarse que a estas alturas está todo inventado pero para los más emprendedores siempre existe un camino hacia la novedad. Un ejemplo de esto es Brussels Beer Project, cuya fábrica se sitúa cerca del centro y también cuenta con una zona de bar que abre sus puertas de jueves a sábado. Cada una de sus cervezas tiene una identidad propia y una historia que contar. Muchas de ellas surgen de colaboraciones y son ediciones limitadas, ya que en esta empresa tienen claro que la clave está en el cambio. Sus nombres ya revelan su carácter único, tales como Dark Sister, Grosse Bertha o Ain’t Got No Home. Cuidando mucho su relación con sus clientes, este pequeño proyecto nacido en 2013 se encuentra de camino a consolidarse como uno de los nuevos referentes.