Si Lorca levantara cabeza, seguramente catalogaría el 17 de marzo como "Verde que te quiero verde". Ya que en esta fecha, como cada año, los irlandeses celebran el Día de San Patricio, la festividad más famosa de Irlanda. Haciendo de él una fiesta en la que la cerveza, los leprechauns y el color verde se convierten en un símbolo a nivel cada vez más internacional.
Todos los irlandeses, e incluso aquellos que no tiene dicha ascendencia, están encatados de formar parte de este tributo a la isla verde, en la que se recuerda el fallecimiento del santo patrón de Irlanda, Saint Patrick. Y, por ello, la cosmopolita Bruselas se une al carro para hacer que los miles de irlandeses que residen en ella se sientan, por un día, como en casa.
El parque del Cinquentenario brinda homenaje a Irlanda
El lugar de Bruselas que ha sido elegido este año para ser el eje central de ésta celebración ha sido el Parque del Cinquentenario, un amplio espacio al aire libre que muchos belgas consideran el pulmón verde de la ciudad. Bajo el arco del triunfo del Cinquentenario, las asociaciones Belgium GAA y FC Irlande organizaron durante el fin de semana, con el patrocinio de marcas como Guinness, diversos eventos con motivo de la festividad.
Durante la madrugada del 14 de marzo y el día del 15 hubo un escenario con música en directo, así como más de una docena de puestos donde los visitantes pudieron disfrutar de la gastronomía irlandesa, la cual incluye alcohol, cerveza y las famosas fish and chips. Entre otras actividades, los niños fueron llamados a participar en los juegos que se desarrollaron, así como a deportes muy practicados en Irlanda, como el soccer.
Agnaeszka y Marcus, dos visitantes vestidos con atrevidos gorros, barbas y pelucas de la bandera irlandesa comentaban: "Esta es la tercera vez que venimos mi marido y yo, ambos somos polacos pero estudiamos en la escuela irlandesa. Nos encanta ver el desfile que organizan al ritmo de las gaitas y sentirnos de allí por un día. Por ello nos vestimos acordes a la fecha y disfrutamos del ambiente que se genera".
Una forma diferente de pasar una mañana de domingo según Patricia Saiz, una erasmus en Bruselas, quien aseguraba, sin embargo, haber llegado con las expectativas un poco más altas de lo que se encontró: "Los puestos de comida y bebida eran bastante escasos y sus precios me parecían relativamente altos para tratarse de un evento de recaudación de fondos. Y considero que tampoco se le dio la suficiente promoción, porque apenas había gente. Para ser la capital de Europa considero que la organización de actividades ha sido escasa y mediocre".
Además del hecho de que esta fiesta haga las delicias de los consumidores de cerveza de toda Europa y gran parte del mundo, los verdaderos beneficiados de ella son los pubs irlandeses. Solamente durante el fin de semana del 17 de marzo, estos establecimientos generan una caja que en los peores casos duplica la cantidad de dinero recaudada en un día cualquiera.
Otra festividad extranjera en expansión que, como ya lograron en la última década otras como Halloween o Saint Vallentine's Day, continúa generando por el mundo la magia del trébol de cuatro hojas.