Donald Tusk, el exprimer ministro de Polonia es el nuevo presidente del Consejo Europeo desde el pasado 1 de diciembre. Fue en el mes de agosto cuando su nombre salió a la luz, pero fue Herman Van Rompuy quien anunció que el conservador polaco iba a ser su sucesor, después de un despiste al no darse cuenta de que su micrófono estaba abierto cuando confirmó la noticia durante una conversación informal.
“Tusk es uno de los primeros ministros de Europa con más experiencia (…) y su país es el único que ha logrado evitar la recesión”. Así defendía Van Rompuy al ministro polaco, que como principal punto débil no habla apenas inglés. Durante su rueda de prensa, habló en polaco pero defendió que “nada en Europa es lo suficientemente bueno. Tampoco mi inglés. Pero lo mejoraré y en diciembre estaré preparado al 100%”.
Desde que Tusk llegó al poder ha logrado numerosas mejoras para este país que se encontraba tremendamente atrasado una vez que consiguió recuperarse de la Segunda Guerra Mundial y del posterior asentamiento comunista. Desde 2004, el PIB polaco ha crecido un 50%, pero aun así los ciudadanos polacos no han cubierto sus expectativas. Tusk prometió una época de tranquilidad, el problema es que, después de siete años, los polacos ven la tranquilidad como un estancamiento que les hace alejarse cada vez más de su deseo de alcanzar a Occidente. Aun así, Europa ha querido premiar la gran labor del primer ministro polaco sobre todo con respecto a la economía tras la gran crisis de 2008, ya que el país consiguió continuar varios trimestres en estado de crecimiento mientras los países de la eurozona se hundían en esta crisis financiera.
Opinión ciudadana
Los ciudadanos confiaban en él. Su popularidad en la sociedad no ha dejado de crecer en estos últimos años. Pero, ¿qué piensan los ciudadanos de que su líder deje el puesto en el Gobierno por lidiar entre los europeos? Roman es un polaco de 27 años que se pregunta “¿dónde está nuestro líder? ¿Quién se supone que está al mando?”, al pensar que Tusk sigue liderando “en la sombra” y que “lo peor de este país son los políticos, ellos tienen la culpa de casi todas las desgracias que están ocurriendo ahora”. Pero no son todo críticas hacia él, también existen quienes siguen defendiendo su política y piensan que su nuevo puesto en Bruselas será un gran avance para Polonia y ayudará a una total y esperada integración en la Unión Europea.
La profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Jaguellónica de Cracovia, Silvana Gómez abre continuos debates sobre este tema durante sus ponencias para que los alumnos comiencen a tener una firme opinión política. La venezolana, que lleva más de ocho años trabajando en Polonia, piensa que “la gente no es consciente del bien que este cambio le va a causar al país”. Gómez no está de acuerdo con aquellas personas que se dedican a criticar la decisión de Tusk y defiende que es una de la mejores opciones de “conseguir que, por fin, Polonia pueda integrarse por completo en la Unión Europea”, y por lo tanto, un “un gran beneficio”
Polonia aumenta su poder en Europa
Es la primera vez que un político del Este ocupa uno de los altos cargos de la UE. Aquí, se puede observar como Europa está cada vez más cercana al este y como Polonia ha aumentado su influencia en la Unión Europea, ya que ahora no solo Tusk liderará el Consejo Europeo, sino que la exviceprimera ministra polaca Elbieta Biekowska, es ahora la nueva comisaria europea de Mercado Interior, Industria y empresa. Pero aunque la designación sea beneficiosa a largo plazo para el país, los polacos defienden que se sienten abandonados por su líder. Ewa Kopacz ha sido la encargada de sustituir en el cargo al primer ministro. La antigua portavoz del Parlamento y exministra de la Salud deberá continuar con el mandato de Tusk hasta que se convoquen las elecciones en aproximadamente un año, aunque el nombramiento de Tusk y la crisis ucraniana podrían anticiparlas.
La tensión entre los vecinos de Polonia, Rusia y Ucrania, ha sido precisamente una de las principales razones que han llevado a Tusk hasta el liderazgo del Consejo Europeo. Desde el inicio del conflicto, Polonia ha liderado, junto a los países bálticos, la postura de sancionar a la Rusia de Putin. Sin embargo ha ocurrido lo contrario con países como Alemania o España que han defendido la opción de resistirse a las sanciones hasta el último momento en el que no sea posible otra opción. Ahora, con la llegada al Consejo Europeo de Donald Task se esperan acciones por parte del primer ministro polaco contra Rusia como ha defendido durante este tiempo.