Día ajetreado el que ha sufrido Rumanía, ya que tras 10 años de mandato de Bacescu, llegaba la hora para uno nuevo. “En mi opinión es momento de cambiar de presidente. Tras mi mandato, vendrá uno nuevo, que continúe la consolidación del Estado de Derecho”, decía el hasta ahora dirigente rumano. La votación comenzó ayer sábado en Nueva Zelanda, donde se registraron grandes colas, algo que se ha visto en diferentes ciudades europeas, como París o Milán.
Bacescu también animó a la población a que se acercaran a las urnas, diciendo que los rumanos cuentan “con 14 opciones, pero ninguno de los candidatos son como yo. Es muy importante que los rumanos que vayan a votar. Todos." Parece que no todos le han hecho caso, ya que algo menos del 50% de la población rumana con derecho a voto (cerca de nueve millones de personas) se han acercado a las urnas a depositar sus esperanzas para la que va a ser una nueva Rumanía.
Aunque no sin polémica, ya que a lo largo del día ha habido bastantes alertas de voto múltiple en zonas como Constanta, Dolj o Maharashtra; o incluso en un colegio electoral de Iași, donde una urna “vieja” y “deteriorada” se rompió y tuvieron que meter los votos de ella en otra, dando lugar a rumores sobre amaño, algo que se desmintió rápidamente desde la ciudad del este de Rumanía.
En los sondeos previos a las elecciones, Ponta partía como favorito, con casi un 41%, mientras que el segundo para llevarse el triunfo, Iohannis, contaba con algo más del 30% (según datos de instituto IRES). Tras votar en Bucarest, Ponta ha dicho: “confío en que 25 años después podremos finalmente ponerle fin a la transición para que Rumanía se convierta en un verdadero país democrático y europeo". Más tarde, Iohannis, tras haber dejado su voto en una urna en Sibiu, siguió con la línea del eslogan de su partido, diciendo que “voté por una Rumanía del trabajo bien hecho".
Entre los otros candidatos, destacan también dos mujeres, Elena Udrea y Monica Macovei, quienes han conseguido un 5% cada una. Pese a ser un porcentaje bastante bajo, se han colado en las posiciones altas, con un Călin Popescu Tăriceanu ligeramente por encima de ambas, con un 6%, la que según los medios nacionales ha sido la mayor de las sorpresas.
Ahora comienza una nueva carrera política, donde Iohannis y Ponta tendrán que jugar bien sus cartas para el desenlace final del próximo 16 de noviembre. Ponta cuenta con una ligera ventaja para convertirse en el presidente más joven que ha tenido Rumanía, pero Iohannis no se dará por vencido, contando con esta segunda oportunidad. En dos semanas se verá quién ha jugado mejor sus cartas.