Los periodistas regresaron a España desde Ankara, por medio de un avión Falcon 900 enviado por el Ministerio de Defensa, donde les dejó en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Allí, fueron recibidos por la vicepresidenta del gobierno en funciones, Soraya Sáez de Santamaría, y por los familiares de los freelances. En unas declaraciones a la Agencia EFE manifestaron que los secuestradores les trataron bien.
Los periodistas fueron a Siria, el 12 de julio del año pasado, para cubrir la guerra civil, pero pasados dos días desaparecieron. En este viaje les acompañó un guía sirio, Usama Ajjam, al cual también secuestraron, pero fue liberado 20 días después del rapto.
Sastre, Pampliega y López fueron secuestrados por el Frente Al Nusra, que es una de las filiales de Al Qaeda en Siria. Estuvieron retenidos en la ciudad de Alepo, pero les fueron desplazando por las distintas partes del país. Al principio del cautiverio permanecieron los tres periodistas juntos, pero pasados tres meses apartaron a Pampliega de sus compañeros, y no volvieron a saber nada de él hasta el día de la liberación.
Al llegar a España los periodistas recibieron una llamada del Rey Felipe VI, preocupado por el estado de salud de éstos, y manifestando su alegría por la liberación. Asimismo, el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se manifestó mediante su cuenta de Twitter respecto al tema dándoles la bienvenida. Por su parte, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), mostró su “gran alegría” por la libertad de los periodistas.
No solo fueron estos tres los periodistas liberados, sino que también se liberó en marzo del 2014 a Marc Marginedas, de El Periódico de Cataluña. También Javier Espinosa de El Mundo y Ricardo García Vilanova, freelance, fueron liberados el mismo mes.