El seminario ‘Pilar Palomo’, denominado así en honor de la ya retirada catedrática de Literatura Española, ha consistido en el comentario y la contextualización por parte de los ponentes de distintos artículos becquerianos. María del Pilar Palomo Vázquez considera que el desconocimiento de la vertiente periodística de Bécquer se debe a que “el merecido internacional prestigio como poeta ha oscurecido y casi anulado durante dos siglos su también extraordinaria labor como periodista”.
Por su parte, Mercedes López Suárez, catedrática de Literatura y actual directora del Departamento de Filología III, señaló que “Bécquer fue uno de esos primeros cronistas de sociedad erudito, con un brillante estilo”. Para ejemplificarlo, centró su intervención en el análisis del artículo ‘Bailes y bailes’, publicado el 9 de febrero de 1864 en el periódico ‘El contemporáneo’. Se trata de un documento social en el que Bécquer muestra la realidad madrileña de la época, poniendo especial énfasis en los bailes, una costumbre social muy extendida en aquel momento.
Para López Suárez, “actualidad y novedad más observación directa son los preceptos que rigen su profesión de cronista”. Tal como indicó la catedrática, “el cronista social fue una figura imprescindible en esos acontecimientos sociales a la que las damas aristócratas recurrían incluso con sobornos a fin de verse reflejadas en las crónicas”.
Montserrat Jiménez San Cristóbal, filóloga hispánica y profesora de Lengua Española en la UCM, insistió en “la difícil separación entre el Bécquer periodista, narrador y poeta”, y quiso resaltar “la función de la prensa como difusora no solamente de noticias de actualidad sino también de literatura”. El texto del que se ocupó fue ‘El carnaval’, un artículo costumbrista publicado el 11 de febrero de 1866 en ‘Revista de la semana’, una sección dentro la publicación ‘El museo universal’, en la que se repasaban los acontecimientos políticos, culturales y sociales más destacados de la semana a nivel nacional e internacional pero siempre bajo la óptica del autor.
‘A la claridad de la Luna’, publicado el 10 de marzo de 1864, fue el siguiente texto objeto de análisis. En él, Bécquer lamenta los efectos negativos de la ciencia, pues entiende que aunque se vive mejor gracias a ella, los imaginativos ven reducido su campo de ensoñación y las metáforas del misterio dejan de tener sentido. Joaquín Aguirre Romero, profesor titular de la UCM, explicó que ‘A la claridad de la Luna’ no puede considerarse un texto periodístico porque no se vincula con un hecho concreto en el sentido de actualidad, pero al mismo tiempo advirtió que “esto no significa que esté desconectado del fluir de la historia, sino que lo está en otro nivel, que es el plano de las ideas”.
La superación del tópico
José Manuel Mora, doctor en filología anglogermánica y profesor del Máster de Escritura Creativa de la UCM, enfocó su discurso a la desmitificación de los tópicos románticos que siempre han acompañado a la figura de Gustavo Adolfo Bécquer. En este sentido, aseguró que se requiere mucho tiempo para conseguir que el valor literario de un buen autor emerja por encima del tópico. En su opinión, “si Bécquer ha sido capaz de superar los tópicos, si lo seguimos leyendo hoy como literatura buena es porque debe tener un valor literario alto”.
Un escritor experimentado
A través del análisis de ‘Historia de una mariposa y de una araña’, José M. Mora explicó que la complejidad es un rasgo característico de las buenas obras literarias, donde se abordan temas difíciles de contar por lo elusivo de su naturaleza y por lo arduo de su transmisión. Para Mora, en el mencionado texto, “Bécquer nos va a poner unas dificultades, pero de modo pedagógico, pues el artículo se lee muy bien”. Para concluir su intervención, José Manuel Mora resaltó las virtudes de Bécquer, “un escritor experimentado que sabe construir de modo consciente y vigoroso un texto narrativo sugerente y que consigue escribir literatura y hacer valer el valor literario donde menos lo esperaríamos”.
Gracias a las aportaciones de los diferentes ponentes, los asistentes al seminario pudieron conocer y apreciar esa faceta de Bécquer que habitualmente ha pasado desapercibida. La de un Bécquer periodista que en cada uno de sus artículos deja patente su sensibilidad, su alto valor literario y su amplio bagaje de conocimientos.