Fadaifard hace hincapié en que anteriormente se ha advertido en numerosas ocasiones que los miembros del grupo de Daesh negociaban con Occidente y que Irán siempre ha sido víctima del terrorismo. La entrada de Rusia ha golpeado fuertemente a la organización desde el punto de vista logístico, a lo que el embajador añade que “el hecho de que otros países decidan sobre otro pueblo es muy peligroso”.
Por otra parte, señala que crear una división moral en el clima del terrorismo en Siria no es una solución, al igual que tampoco lo es el despliegue militar de países extranjeros, ya que alimenta la situación de guerra y las pérdidas humanas. Para él, la mejor solución es cortar la financiación al grupo de Daesh y no comprarles petróleo, lo que les impediría planificación previa y apoyos, los cuales les suministran armas y recursos.
El embajador de Irán ofrece información sobre cómo se produce el reclutamiento y la formación de los futuros miembros del grupo destacando como métodos el adoctrinamiento y el aprendizaje en el uso de las armas.
Fadaifard no considera que la religión musulmana vaya asociada con el fanatismo y resalta que “ISIS es un Estado terrorista y no islámico, porque todo lo que ha hecho no tiene nada que ver con la religión. Solo se ha puesto una máscara e intenta atraer a la gente”. Apunta como consecuencia directa de este hecho el desastre humanitario que vive Siria con cientos de miles de civiles obligados a abandonar sus hogares buscando una vida mejor en Europa.