Tras el control al que estaba siendo sometida, finalmente la Complutense ha suspendido la prueba. Inspección de Trabajo ha decretado el cierre de la ‘fosa común’ del departamento de Anatomía y Embriología Humana II y ha cancelado todas las tareas con los cadáveres, cuando ha descubierto que el personal de la Facultad no había recibido ningún tipo de curso específico de formación. Los operarios no conocían los métodos para prevenir los riesgos laborales a los que se encuentran sometidos, no disponen del material necesario para llevar a cabo su trabajo y no sabían nada sobre los riesgos químicos y biológicos a los que están expuestos ni pasaban por controles médicos que descartasen cualquier posible infección o contagio por el contacto con los cadáveres.
Además, las respuestas ambiguas que la Universidad Complutense ha aportado sobre al tema y la falta de documentación, no han ayudado a esclarecer los motivos del asunto y han aumentado las desconfianzas en torno a esta cuestión.
Entre los siete motivos que han provocado el cierre del crematorio, los riesgos laborales, la inexistencia de un protocolo para los operarios que trabajan con cadáveres, la ausencia de controles médicos y formación de los trabajadores, la escasez de materiales protectores adecuados, la no realización de evaluaciones de riesgo, la falta de documentación con respecto al horno y el ineficiente tratamiento y almacenamiento de los recursos, han sido decisivos a la hora de tomar la decisión.