Lentamente avanza entre la multitud atento a cualquier mirada o gesto que le indique un comienzo de conversación. Si lo encuentra, lo aprovecha intentando sacar beneficio y convertir ese acercamiento en una auténtica divagación humanista y filosófica. A sus 66 años, Ángel J., afirma encontrarse en el mejor momento de su vida, pese a las dificultades por las que ha atravesado. Por ello, ahora decide aprovechar cada situación para "crecer como persona". Este villarrobletense que actualmente vive en Majadahona, disfruta con la juventud, tratando de recuperar momentos que reconoce “no haber exprimido  el pasado”. La iniciativa de adentrarse en el ambiente universitario surgió hace ya siete años, compaginándolo con las tardes en el parque Colón de Majadahonda, donde existe también una fuerte afluencia de gente joven, cuenta Ángel J. Su instinto le lleva a eso, "a seguir el ritmo de la gente joven", afirma. Además, la asistencia a clase para él supone un reto consigo mismo, ya que considera que su carácter se ha modulado, sorprendiéndose a sí mismo al descubrir "su capacidad espontánea y extrovertida" de relacionarse.

Una tez algo desgastada evidencia su ajetreada vida. De hecho, ‘Joni’, nombre con el que se da a conocer, afirma haber experimentado un envejecimiento prematuro quizás motivado por los años en el campo y los más de cuarenta años que trabajó para la construcción. Aun con ello, ‘Joni’ muestra su aspecto más creativo, el cual expresa mediante sus más de 150 poemas y canciones inspirándose en todo lo que le llama la atención: en lugares públicos como los locutorios, transporte como el metro, en animales, e incluso en árboles.  Amante de la música y el baile, tiene como referentes a Manolo Escobar o Antonio Molina, los cuales imita siempre que puede en Karaokes y discotecas, a las que le gusta acudir de vez en cuando. A este cambio de vida y personalidad que asegura haber experimentado con el paso del tiempo, se une también un cambio en la alimentación que a muchos nos impacta cuando le vemos en la cafetería presumiendo de sus alimentos, muchos de los cuales no cocina y prefiera comerlos crudos.

Al preguntarle sobre cómo se ve en un futuro próximo, Joni se mantiene firme al pensar que la mejor inversión de su tiempo tras haber trabajado tanto, es ni más ni menos que la que está llevando a cabo en estos momentos: aprender con y de los jóvenes.

Llegamos al final de la cita sin antes descubrir que en él también existe un afán por la sinceridad que expresa al analizar la sociedad. No tolera la falsedad ni la crítica hacia los demás. Nos despedimos y ‘Joni’, tras dedicarnos un poema, se levanta dirigiéndose hacia la multitud, buscando nuevas miradas que le inviten conversar una vez más.

"Las niñas que sueñan niños"

Dime niña por qué sueñas con el niño que tú quieres,

si te falta realidad y eso tu no lo tienes

porque te falta verdad y amor que tu no lo entiendes.

Niña hermosa tú te piensas

que lo sabes todo bien

porque estudias en la escuela

y te sientas del revés.

Sin que nadie te lo diga, por favor tu ponte bien,

que te estás haciendo vieja cuando empiezas a crecer.

Y si tú no te lo piensas, el otro piensa también:

"Que niña mal educada, porque soy un caballero

de la cabeza a los pies,

y no me gusta la gente que se pone del revés

o se sube a las ventanas porque no sabe qué hacer,

si no es tomarse chupitos con amigos y de a tres .

Que se marean al primero,

y el siguiente no lo ven,

y la ceguera les entra ,

y las gafas para ver

lo que sus ojos no pueden aunque son bonitos de ver.

Es una pena que beban y no guarden para comer".

A.J.