La sociedad se suele sensibilizar con aquellas personas que padecen enfermedades crónicas o que pueden dañar seriamente la salud, como son el caso del cáncer, las enfermedades degenerativas o la diabetes. En cambio, en quienes padecen otras enfermedades víricas como el VIH/SIDA o la hepatitis C, existe un estigma o rechazo social fruto no solo del miedo a infectarse, sino del desconocimiento. Los tópicos y estereotipos, procedentes del rechazo social, se basan en el perfil de los infectados, las causas de su situación y el estilo de vida que llevan.
El Día Mundial Contra el Sida se celebra hoy 1 de diciembre, a lo largo del cual se dan a conocer los avances contra la pandemia de esta enfermedad causada por la extensión de la infección del VIH. Cada año, cerca de 30000 personas son afectadas por este virus en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo y las tasas de VIH aún siguen creciendo en algunas partes de Europa.
El VIH se cobra al año más de mil infecciones en niños que si no reciben tratamiento, fallecen antes de los dos años. Esto es lo que tratan de evitar unas investigadoras del Laboratorio de Epidemiología Molecular del Hospital Ramón y Cajal. Gracias a un proyecto de crowdfounding han intentado recaudar fondos para financiar un método de detección precoz de la enfermedad en niños menores de 18 meses que sea barato, fácil y fiable.
“Mi nombre es Malik Sekuru y naceré en Zimbaue en febrero”. Así se presenta el protagonista de la campaña que Médicos Sin Fronteras ha mostrado hoy en Madrid y que tiene como objetivo frenar la transmisión del VIH de madres a hijos.