Ya no se trata de hacer un mapa del genoma humano, sino de reescribirlo. Por esta razón, el proyecto ha recibido el nombre de «HPG-Write». Entre los objetivos que han destacado los investigadores se encuentran la construcción de cromosomas específicos o el uso de células madre pluripotentes. La creación de vacunas a través de células humanas, órganos para trasplantes o la cura universal contra el cáncer son algunos de los logros que persiguen.
El estudio, publicado en la revista Science, pretende construir un genoma sintético en un plazo de diez años.
Un dilema ético y legal
En Estados Unidos, una ley de diciembre de 2015 prohíbe a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) la destinación de dinero hacia proyectos en los que "un embrión humano es creado o modificado para incluir una modificación genética heredable intencionalmente".
J. Craig Venter, biólogo, empresario estadounidense y líder del proyecto, ya logró fabricar en el laboratorio el ADN completo de la bacteriaMycoplasma mycoides e introducirlo en la célula de otra especie de la misma familia, creando así, como la denominó su autor: “las primeras especies cuyos padres son ordenadores”.
A raíz del avance, el presidente Barack Obama pidió a la Comisión para el Estudio de Asuntos de Bioética que publicara un informe sobre el carácter ético de esta disciplina. “Entre los seres vivos, los humanos están en una posición única para ser administradores responsables de la naturaleza, la generosidad de la tierra, y la seguridad del mundo”, manifestó en éste Amy Gutmann, presidenta de la Universidad de Pensilvania.
Esta meta sigue la estela del Proyecto Genoma Humano, fundado en 1990 y concluido en 2004, que consiguió reunir un presupuesto de tres mil millones de dólares y la participación de un Consorcio Público Internacional integrado por países como Reino Unido, Estados Unidos, China o Japón. El objetivo fue el de elaborar una ‘enciclopedia’ del ADN humano que permitiera, entre otros fines, facilidades para que los científicos conocieran el origen de enfermedades.
La posibilidad de rediseñar la genética desde cero tiene como vertiente principal a la medicina, al abrir las posibilidades para el desarrollo de nuevos fármacos, terapias genéticas o la reparación y regeneración de tejidos. Uno de los mayores objetos de controversia se encuentra en la ética de su uso, al existir la probabilidad de fabricar células o seres pluricelulares capaces de perjudicar a los seres humanos.