El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Andradas, presentó ayer en el Museo del Traje las tres nuevas oficinas encargadas de fomentar y concienciar a la comunidad universitaria acerca de la situación en desventaja de algunas minorías. En concreto, las pertenecientes al colectivo LGTB, junto a los minusválidos y los refugiados, que no siempre cuentan con una aceptación o sensibilidad social plena. “Queremos hacer de la Universidad Complutense una universidad inclusiva, una universidad donde destaquemos por la calidad de la atención a las personas”, destacó.
Pero más allá de ello, tanto la Oficina para la Inclusión de Personas con Diversidad (OIPD), como la Oficina para la Acogida a Personas Refugiadas y la Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género, se han establecido sobre el entorno peculiar universitario. Es decir, un lugar donde la investigación es el motor del conocimiento. “Ser diferente en la universidad es una oportunidad para aportar, innovar y hacer progresar el conocimiento”, expresó Mercedes García, delegada del rector para la Unidad de Apoyo a la Diversidad e Inclusión (UCMd+I).
![]() |
De izquierda a derecha: Carmen Miguel, Elisa Ruiz, Mercedes Sánchez, Ignacio Pichardo, Rosa Mª Candela Quintanilla, Carlos Andradas, Mercedes García, Juan Manuel Camacho, Antonia Durán, Marta Amador y Clara Guilló / F. Yon Recio Municio |
La acogida para mí es…
Pequeños recortes de papel de colores ocupaban una de las paredes del C arte C del Museo del Traje tras la presentación de las oficinas. Mensajes como “Un nuevo hogar” o “Dar la bienvenida”, escritos por los mismos asistentes, servían para expresar a través de pensamientos, ideas, sentimientos, formas y dibujos la diversidad de puntos de vista sobre la acogida y el refugio.
![]() |
Clara Guilló en el taller La acogida es... / F. Yon Recio Municio |
“No son palabras abstractas que salen en los medios de comunicación, sino actitudes y compromisos prácticos que mantenemos cualquiera de nosotros en nuestra vida cotidiana”, explica Clara Guilló, socióloga y nueva responsable de la Oficina de Acogida a Personas Refugiadas junto a la también docente Marta Amador.
Guilló pone el acento en la acogida y el asilo como un derecho internacional. Para ella, la oficina tratará primero de visibilizarlo y después de garantizarlo facilitando el acceso de las personas refugiadas a los estudios y los grupos de investigación. “Como oficina universitaria, la investigación forma parte del hábito de respirar”, opina.
El colectivo LGTB entra en la Complutense
La homofobia define a una actitud hostil respecto a la homosexualidad y las personas homosexuales, así como bisexuales, transexuales y transgénero (falta de identificación con el género con el que se ha nacido). Actualmente es un tema a tratar en los centros educativos, donde proliferan los análisis sobre el acoso escolar de esta índole en centros de primaria y secundaria. Sin embargo, la investigación en el ámbito universitario todavía presenta un gran vacío.
El sociólogo José Ignacio Pichardo Galán y la educadora Mercedes Sánchez Sáiz han pasado a ser los coordinadores de la primera Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género en una universidad pública española. Las funciones de este nuevo centro abarcan desde el activismo hasta la investigación, en un espacio donde acogen a becarios como el trabajador social Javier Ojeda Melián, perteneciente a la sección de Somosaguas.
![]() |
Taller Género lúdico / F. Yon Recio Municio |
“En el tema de investigadores e investigadoras animamos a todas las personas, asociaciones y profesionales para que puedan investigar y colaboren”, anima. Asimismo, pone el acento en la accesibilidad del centro para que cualquier miembro de la comunidad universitaria pueda contactar.
Mercedes Sánchez es doctora en Educación y profesora del Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Facultad de Educación (UCM). Describe la oficina como una red multidisciplinar que abarca a todos los profesores que están investigando sobre la diversidad sexual. Según explica, están trabajando en un programa formativo para el profesorado. “No puedo plantearme la transformación de las personas si no sé qué puedo transformar”, esboza Sánchez.
Mismos cuadros para diferentes realidades
La Oficina para la Inclusión de Personas con Diversidad ofrece atención directa a toda la comunidad universitaria. Los individuos con un grado de discapacidad igual o superior al 33% disponen en la actualidad de una reserva del 5% de las plazas para los estudios oficiales. Acciones que, en este caso, apenas vienen precedidas por una concienciación.
![]() |
Carmen Miguel en el taller La diferencia está en tu arte / F. Yon Recio Municio |
“Las nuevas líneas de investigaciones están basada en el modelo de los derechos humanos”, indica Carmen Miguel Vicente, docente de la Facultad de Trabajo Social y coordinadora de la misma junto a las profesoras Antonia Durán y Elisa Ruiz. “Estamos trabajando ahora mismo en los diseños curriculares: que todas las carreras lleven una asignatura específica de integración de la diversidad”, expone.
Según la investigadora, la inserción laboral de estos grupos está teniendo mucha resistencia debido al desconocimiento, ya que el foco se pone en la discapacidad por encima de la capacidad. Destaca los colectivos con enfermedades mentales como los más afectados.
La creación de oficinas de integración y diversidad formó parte del programa del rector en el momento de su candidatura. Sin embargo, según explica a Infoactualidad, todavía quedan asignaturas pendientes. “El camino que nos queda por recorrer es que las oficinas se vayan utilizando y se vayan desarrollando”, explica.
Recientemente, la Universidad Complutense de Madrid cerró un acuerdo con la ONCE en el que, según añade, también se habló sobre la posibilidad de generar grupos de investigación especializados en la eliminación de barreras y nuevas tecnologías para favorecer la integración.
Tres nuevas oficinas se han acomodado en un espacio donde tanto los investigadores, los estudiantes y el personal docente tienen acceso a herramientas que buscan el derribo de obstáculos para todos los grupos sociales. Sin embargo, todos los responsables de las oficinas coincidieron en una misma idea en sus presentaciones. El uso de dichos programas y el florecimiento del conocimiento en torno a estos temas dependerán no solo del contexto social, sino del desarrollo de una acción que trascienda más allá de la concienciación.