El comunicado del Protocolo de París forma parte de un paquete que la Comisión Europea ha propuesto dentro de la Estrategia de Unión Energética de la UE. La intención de dicho plan es asegurar el correcto suministro de energía, siendo asequible y competitivo. Así, tiene que estar dentro de un sistema integrado de energía y debe ayudar en la lucha contra el cambio climático mediante un proceso gradual hacia una nueva economía, reduciendo las emisiones de carbono y respetando el medio ambiente.
En la reunión, que se llevará a cabo el próximo mes de diciembre, el tema principal será la comunicación sobre el clima. La intención es llegar a un acuerdo legal, vinculante, transparente y dinámico. Los objetivos del encuentro son ambiciosos y sus intenciones provienen de todas las partes participantes, independientemente de las circunstancias globales, económicas y geopolíticas. Estos compromisos se realizarán de manera colectiva y abrirán el camino hacia la reducción de las emisiones globales.
A su vez, la UE está terminando su colaboración con el INDC (Intended Nationally Determined Contribution). Ésta será presentada a la secretaría de las Naciones Unidas en la Convención Marco de la ONU por el cambio climático a finales de marzo.
Por otro lado, Eurostat publicó el pasado 20 de febrero las estadísticas actualizadas sobre agricultura, pesca y silvicultura europea. En ellas aparecen datos significativos como el número de empleados en estos sectores, la evolución de los precios, la importancia que tienen los diferentes estados miembros en la producción agraria, y el estado de los recursos forestales o de la acuicultura en la Unión.
Dicho estudio da una visión general del estado del sector agrario en los diferentes países miembros. El sector agrario supone un 52% de la producción europea, mientras que el ganadero ocupa un 43%. A su vez, se puede observar que las plantaciones son más comunes en el sur de Europa. En los países nórdicos, la producción cárnica es la base del sector primario. Sin embargo, en el caso de España, la producción agraria aporta 41.103 millones de euros anuales, representando la producción vegetal un 60% y la ganadera un 39%.
Manuel Sabate, responsable en AMA (Asociación por el medio ambiente y contra el cambio climático), ha valorado la política energética europea como negativa, ya que para él es una respuesta insuficiente para la situación actual. Señala que “el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) ya advirtió que en 2020 nos excederíamos a nivel mundial en 13 gigatoneladas de emisiones. Hasta la fecha ningún país tiene previsto revisar sus compromisos”. La Unión Europea justifica su posición y argumenta que, mientras otras economías importantes no hagan esfuerzos comparables, las medidas actuales se mantendrán hasta después de 2020.
El responsable de seguir las negociaciones sobre el cambio climático en AMA, asegura que “para el periodo post 2020 la UE sólo prevé alcanzar una cuota de energía renovable del 27% para 2030”. Sabate concluye diciendo que “esto implica que para alcanzar los objetivos de reducción la Unión Europea no apuesta por las energías renovables y seguirá trabajando con el mercado del carbono, quemando así los recursos de otros países menos desarrollados”.