La Osteopatía es una disciplina sanitaria, que engloba un conjunto de conocimientos basados en la anatomía y fisiología del cuerpo humano, en cómo intervienen los diferentes tejidos en la producción de la enfermedad y en la aplicación de técnicas que normalicen las funciones alteradas. Aunque se relacione fundamentalmente con problemas que afectan al aparato locomotor, lo cierto es que trata al ser humano de forma global, consiguiendo el equilibrio perturbado mediante técnicas manuales dirigidas a los tejidos afectados tanto en el sistema musculoesquelético como en los sistemas visceral, nervioso…
A su vez es importante comprender que los mecanismos de autorregulación en el organismo están asegurados por el sistema nervioso, circulatorio y linfático. Si se alteran estos mecanismos, puede llevar a estados patológicos. La intervención osteopática podría actuar sobre todo en estados pre-patológicos (en fases de desarreglo funcional, de manifestaciones sintomáticas iniciales…), pero por falta de información, la mayoría de las veces se acude a tratamiento osteopático en fases avanzadas de alteración de salud, donde evidentemente la efectividad del tratamiento es menor.
Contestando la segunda cuestión. en la práctica clínica la Osteopatía promueve el equilibrio mecánico del conjunto de los tejidos corporales musculoesqueléticos, nerviosos, viscerales y circulatorios ,y lo hace con la aplicación de técnicas manuales dirigidas a los tejidos identificados como patológicos en el diagnóstico funcional osteopático.
¿Qué tipos de tratamientos lleva a cabo?
Clasificamos las técnicas llevadas a cabo en tres grandes grupos, según sobre qué tejidos se actúe. Así, hablamos de:
OSTEOPATIA ESTRUCTURAL, dirigida al sistema musculoesquelético, donde aplicamos diversas técnicas adaptadas a cada disfunción. Podríamos enumerarlas en técnicas con impulso, técnicas articulares, técnicas de tejidos blandos (músculos) y técnicas de energía muscular.
OSTEOPATIA VISCERAL, orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras, los músculos, los vasos sanguíneos, los nervios, las envolturas de las vísceras, su sistema peritoneal y en los receptores existentes en dichos sistemas. Igualmente estaría basada en técnicas manuales que ayudan a liberar interrupciones en el flujo de la movilidad de estos sistemas.
OSTEOPATIA CRANEAL y TERAPIA CRANEOSACRA que, actuando también mediante técnicas manuales, liberan y facilitan la micromovilidad del cráneo y el conjunto de la relación craneosacra. Algunas consecuencias de alteraciones posturales, traumatismos o desequilibrios musculares, pueden afectar a nervios craneales, arterias, glándulas y otros tejidos, lo que puede provocar neuralgias, dificultades de visión, audición, alteraciones de algunas funciones glandulares, vértigos, migrañas, e incluso a través del sistema nervioso vegetativo, trastornos digestivos, respiratorios o vasculares.
En lo que se refiere a la distintas enfermedades ¿Sobre cuál de ellas tiene aplicación la Osteopatía?
En cuanto a las indicaciones de la Osteopatía, su campo de actuación se orienta a todas las estructuras del cuerpo humano y, en lo que se refiere al aparato locomotor, tiene importantes indicaciones en disfunciones que cursan con dolor a nivel de la columna vertebral (cervicalgias, neuralgias, tortícolis, dorsalgias, lumbalgias, ciáticas y, en general, neuralgias de origen vertebral o síndromes compresivos periféricos), o a nivel del tronco, región costal, así como dolores en los miembros superiores o inferiores (secuelas de traumatismos, esguinces, tendinopatías…).
Igualmente tienen indicación especial las cefaleas y síndromes migrañosos, vértigos, trastornos digestivos funcionales, e igualmente de los sistemas cardiorrespiratorio, circulatorio, ginecológico etc. Multitud de trastornos relacionados con la articulación temporomandibular tienen indicación de tratamiento osteopático, es decir, la relación entre el odontólogo y el osteópata amplifica los resultados en el tratamiento de los trastornos odontológicos en general.
¿Hay algún límite en la aplicación de la osteopatía?
Por supuesto, no todo es tratable por la Osteopatía. No tratamos aquellas patologías que pueden ser agravadas, o las lesiones donde el tratamiento osteopático no produce efecto alguno. Por ello, el osteópata debe ser un sanitario con una amplia formación curricular, ya que tiene que saber dónde, cómo y cuándo actuar, pero también debe tener claro dónde no aplicar tratamientos. En este sentido recomendamos, cuando se busque a un osteópata, que se exija un nivel curricular con estándares europeos (1.500 horas de formación).
Sabiendo que además es fisioterapeuta, ¿Cómo se complementan ambas terapias? ¿Cree que es indispensable la unión de ambas?
No considero que sea indispensable la unión entre ambas terapias. De hecho, hay muchos países de Europa donde la Osteopatía es una carrera independiente a la Fisioterapia, pero sí es verdad que se complementan, cohesionando así el indispensable equipo multidisciplinar necesario para ayudar al paciente en su proceso de sanidad.
Informándonos sobre la osteopatía hemos percibido que los especialistas en Traumatología y Ortopedia son reticentes a las terapias de los osteópatas, o al menos algunos de ellos. ¿Qué opina al respecto?
Un aspecto importante de la competencia del osteópata es realizar un diagnóstico osteopático correcto, al tiempo que un diagnóstico diferencial que pudiera ser competencia médica. De esta manera, cualquier paciente con sospecha de patología, en la que no estuviera indicada la Osteopatía, debería ser orientado al profesional médico correspondiente para que realice el diagnóstico y tratamiento correcto. Esto significa que la complementariedad y la interrelación entre médico y osteópata debe ser total para garantizar un abordaje multidisciplinar en el paciente. Entendiendo bien las cosas, el diagnóstico osteopático y el médico no son iguales, pero tampoco son opuestos, sino que se complementan. Donde esto está implantado, no hay problema alguno.